Todo libro tiene una historia detrás. La siguiente es la
mía. La pregunta es ¿por qué? Cada creación artística posee un motivo de ser.
Aquí, la poesía es un instrumento para expresar una serie de hechos y
circunstancias que vertebran un devenir emocional. Este es un modo, entre
muchos probables, al que recurre la literatura como mecanismo. Luego, incide
nuestro lugar a ocupar como escritores: hacernos cargo de aquella verdad
impostergable que nos es brindada en comunicar al mundo.
Quiero aclarar que nada de lo que los siguientes doce
capítulos cuentan es producto del azar o de la casualidad. Cualquier semejanza
con la realidad no es mera coincidencia. Todo lo contrario, “basado en hechos
reales” aplica a la perfección. El relato que se despliega a continuación,
compuesto por un total de ciento cuarenta y cuatro poemas, encierra la verdad
absoluta de los personajes que le otorgan vida, desde la subjetividad de quien
escribe. Allí arriba, un infinito punto rojo me sirve de guía inexorable. La
música del tiempo sigue sonando y suele representarse personificada: eso es
exactamente una musa.
Ahora bien, ¿para qué? ¿No es acaso una osadía que un
escritor pretenda comprender el infinito?... Titular una obra con un símbolo
puede intuirse, de por sí, como arriesgado. Una relación de identidad tan
abstracta como evocativa; nada que nuestra creatividad no haya intentado antes.
Los seres humanos buscamos, denodadamente, descifrar aquello que nos excede.
Una epopeya que, con cierta frecuencia, involucra sortear cataclismos y
vicisitudes diversas, en el mientras tanto de esa clase de eventos que
modifican diametralmente nuestra forma de percibir el mundo. En tal sentido,
pocos elementos pueden encerrar mayor misterio que la fragancia de lo
inabarcable, lo inasible y lo incognoscible.
Soy un astronauta lanzado hacia mi espacio exterior. ¿Cómo
comenzó todo? Me pregunto, volando por los aires…¡que ni se me ocurra
responder! Persigo el rastro de Lemniscata, puede encontrarse su representación
figurada bajo las circunstancias más disímiles; tanto en una cinta de Moebius
como en la geometría de la doble hélice molecular. Un concepto al que intento
condensar, drenar y expandir en estas páginas, tensando la cuerda de lo
verdadero, sostenida por el peso que regula ambos extremos. Es materia
filosófica, no despojada de escepticismo, reflexionar acerca de la índole que
reviste tales límites. Paradojas de nuestra condición, el momento es ahora y,
dicen, todo lo que nace morirá. ¿Qué hacemos con el tiempo que nos es dado? No
es menor preocupación. Yo resolví escribirlo cuánto más pueda; fiel a mí mismo,
y en la absoluta autenticidad, solo así puedo ofrecer mi mejor versión.
La siguiente es una obra orgánica, dispuesta alrededor de un
lenguaje que dialoga en profundo nivel existencial y se pronuncia con urgencia.
Es por ello que, los títulos de cada capítulo refieren, alegóricamente, a
principios a través de los cuales intento explicar -y afirmar, de ser factible-
porqué infinito es para siempre, atravesando estadios en igual medida luminosos
como oscuros. Obscenas y lisérgicas texturas, mi genuina desfachatez. Dejarme aquí
la piel, el corazón y la cordura, en cada línea, de principio a fin, es mi
manera de gratificar la ceremonia que inspiró esta composición. Infinito. Desde
la letra inicial al punto final. Da vértigo pensarlo. Es la sustancia de las
cosas en las que se cree; si no hay fondo solo hay irremediable caída. Como en
el amor, un arrebato sin devolución posible, cuando nos atraviesa por completo
cuerpo y alma. A este tipo de abismos hay que asomarse con más curiosidad que
precaución, indica la experiencia. Soy el abajo firmante en flagrante arrojo;
por conclusión, hago erupción o reviento. Una gota siempre alcanza para hacer
rebalsar el vaso.
La escritura es, en sí, un acto de amor y sacrificio.
Catarsis y adrenalina, algo se transforma dentro nuestro durante cada invención
y allí contemplamos lo más parecido a una revelación. Una fuerza sobrenatural,
ajena a cualquier control consciente, nos impulsa a seguir hasta que se nos
indica, igualmente, el momento providencial de concluir la misión. Por otra
parte, siento que este libro podría continuar escribiéndose eternamente, no
tengo dudas…siempre y cuando lograra yo sobrevivir otro vendaval semejante.
Es de esperar que el impacto que provoquemos sacuda los
confines del universo privado de quien nos lee. Similar a una botella lanzada a
un mar huracanado; desconocemos cuál será su efecto y qué rol jugará el
destino, pero deseamos que el mensaje llegue a ser eficaz y precisamente
interpretado. Solo así entonces podremos vislumbrar la concreta magnitud de
dicha entrega. Aunque, en parte, ya no nos pertenezca; tampoco seremos iguales
después, toda pérdida tiene su potencial. No me arrepiento de nada y el viaje
fue inolvidable. Finalmente, llegarán estas palabras a tiempo. Yo doy mi todo
por ello.
“∞” está compuesto por las siguientes series:
SIN PRINCIPIO NI FIN
UN DILEMA DE TIEMPO Y ESPACIO
EL POTENCIAL EXISTENTE
ABSOLUTAMENTE INTERDEMINADO
LA VERDADERA NEGACIÓN
COMPRENDO TU CONDICIÓN
ENCERRADO EN MÍ
NUESTRO LÍMITE INDIVISIBLE
AQUELLO QUE NOS ENVUELVE
RESTRICCIÓN NO ADMITIDA
SUPERFICIE DE ORIENTACIÓN INVERTIDA
DENTRO DE TODO NADA QUEDA FUERA
El libro mencionado en el presente prólogo pertenece a la trilogía “INFINITO”, compuesta por “∞”, “OBLIVION” y “TIEMPO”.
A lo largo de las siguientes entradas del blog podrán leer algunas de las poesías allí incluidas.
Su versión digital íntegra puede solicitarse en la web del autor: https://www.maximilianocurcio.com/novedades-literarias-2022
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